Me recreo al andar , apoyo los talones a la vez que los bits de la canción que escucho repercuten repetidamente en mi tímpano.
Juego con los pies, doy patadas a las colillas hasta que acaben donde sin saber porqué pretendía , en la via del metro , junto con las demás.
Miro a los lados , siento que vivo un videoclip , si , como los que veo en casa , pero esta vez soy yo el protagonista : Inventaré algo , no sé , caminaré como lo hace el cantante de The Verve en Bitter sweet simphony en el suyo.
Acepto mi condición de oveja cuando busco sitio para sentarme y me hacen un regate a pie de la puerta de acceso. Previamente a que se abran , asumo mi parte de la colectiva condición de rebaño.
Pérmito el paso , me dejo arrasar por la masa que me mete hasta dentro del vagón.
Salgo , se inventa un nuevo mundo para mi , tiene otro cielo , es gris, escapo a la calle, la huelo y no se si es un acto refléjo o refleja un acto , me mezclo con la gente , ando con la sensaciín de Slalon , de ir dejando atrás obstáculos , me como la ciudad , rastreo la calle.
No se si soy un animal urbano o si la calle es mi cautividad.
Nunca sé porqué repito siempre esta hazaña a golpe de ventrículo , ni que quiero encontrar.Ni que busco , ni de que me logro escapar.