Uff qué cansado estoy, me he tomado un café ( en la vida lo hago) antes de coger un tren que no he perdido por un minuto, y ya en él dos horas más tarde, por ambas razones aun sigo de los nervios.
Me he leido dos periódicos de cabo a rabo con el traqueteo del tren de fondo y aun así me he dejado otros dos para después.Mientras reflexionaba los artículos he analizado varios aspectos intrínsecos y extrínsecos.
Me gusta ser joven, y aunque me queda mucho para abandonar esta condición, me molesta conocer que en esta cuenta atrás siempre habrá un reloj y un D.N.I para recordármelo.
Algo positivo debía tener el paso del tiempo aun sintiendome avasallado por él, y sobretodo creo que es que crezco, voy puliendome lentamente como la joya que no soy, que sometido a él me voy amoldando de tal modo que aprendo los protocolos de la vida, que cada vez acepto mejor algunos de ellos que no comparto.
Hace poco leí algo que me interesó, era algo así como que el éxito de la vida regía en saber o encontrar el modo de no amargarse en su transcurso, no claudicar, no ceder a la amalgama de cepos que sufrimos como usuarios de la vida que somos; me gusta, creo que es una gran verdad.
La semana pasada también aprendí algo pero por mi mismo, es el hecho de seguir a pies juntillas el patrón que conciencia y aspiraciones personales me exijan , esto es jodido más que nada porque me cuesta ceñirme a él sin enfundarme antes el traje de la dejadez.Yo aún no lo he conseguido, voy a pasitos, pero al menos ya se que es lo que no deja que el paso de mis días se sucedan con una aceptable calidad de vida psicológica/de conciencia.
¿Manos a la obra?
Ser o dejar de ser para que la desidia decida por ti mismo, esa es la cuestión.