Acéptate, existen ciertos trucos, fabrica abrazos que logren ponerte las yemas de los dedos sobre tu dorso, abrázate.
Frente al espejo, percátate de la figura que te mira con timidez, acercate y dale dos besos, tambien los necesita, solo es un diablillo que pulula entre los demas, suficientemente común para reparar en él, particular para ser usual.
En las reuniones, saca la esponja del bolsillo, apoyala encima de la mesa, hay conceptos susceptibles de ser interesantes, deja que se empape.
Cómprate unos zapatos nuevos, a lo mejor te ayudan a escapar, quiza te guien donde debieras ir.
Busca por casa un lápiz y mídete quincenalmente dejando una marca gris en la pared, siempre has de cerciorarte de que sigues siendo un niño que esta creciendo, que tiene ganas de crecer.
Y perdona esta expresión tan manida, tengo miedo.