Cierra las puertas, entorna las ventanas, abre los ojos, descríbeme tu miedo, ten fe en mi, no girará más el pomo que da acceso a tu habitación, deja fluir el pavor hacia la calle, quiero ver como se queda tu soledad desparramada en las aceras, abrazame, no llevo espinas, soy casi todo lo que te puede hacer bien.
No me engañes, no me prives de ti, azota tu sufrimiento lejos de ambos.
Ayúdame a mezclar tu yeso con mi agua, quiero amurallar nuestros puntos flacos, flanquear tus flancos, abarcar tu dolor.
Me queda mucho por ofrecerte, confía en las aptitudes de mi abrigo.