¿Donde o quien se llevó la ilusión, que mano sostiene el bolígrafo que tinta aquello que no soy capaz de escribir?
Alguien ideó un sistema rotativo y a veces las ganas y la precisión no pactan un trabajo ordenado y uno se conforma viendo pendular el bolígrafo sobre un papel que afortunadamente no exige una prueba de acceso para ser trazado.
Y mientras urdo un modo de encontrarme conmigo mismo, en un lugar inaccesible aguarda mi condición de ser humano: Mis sentimientos, mi dolor, mi intermitente maltrato a mi vida, todos permanecen tendidos al sol pudriéndose, perdiendo propiedades y una parte de mi muere sin saberlo.