Un pie sigue al otro, y el primero escapa de éste.
Son mis pasos.
La composición de la acera mermada por la erosión se aferra a mi suela como un cancerbero al esférico en un penalti parado.
Esquivan colillas ahogadas en el líquido turbio estancado que el cielo lloró dias atrás antes de haberse mezclado con los esputos que tu le ofreciste después.Atrás quedan los chicles que arrojaste , que alentaron tu aliento a ser más decoroso y quedan impertérritos , inertes , huellas horribles que dejan la calle atrapada en una jauria de Dalmatas muertos.Todos tenemos un mal ciudadano dentro.
En otra estancia manché mi calzado de la tierra que nunca pisan los que ya no pagan con calderilla , me empapé de tierra , de rocio , de vida y anduvé correteando llenándome las manos de hojas y tirandolas al aire, encima de mi, recordé que no he olvidado ser pequeño aun , que todavia me gusta observar los diminutos detalles consciente y sereno de saber que pasa el tiempo y no es en balde y es entonces cuando mi mundo se llena de parques , de cubiletes con rastrilos y columpios que se postulan a ser arquetipos de mi infancia escondida en los ignotos espacios de mi memoria.
Se me ha cruzado un niño , entre su brazo derecho y pecho , ase un balón con la derecha y con la izquierda alza su mano buscando la mia , analizo en este lance que es zurdo , como yo.A remolque me arrastra hasta alcanzar dos pinos situandome enmedio ellos , me da la espalda y saltarín, pizpireta , se echa a correr con el balón entre sus manos , a unos diez metros de mi se para , apoya el esférico en el suelo , y mirandome se echa atrás, coge carrerilla y antes de chutar grita , papá papá, no te lo dejes, no te lo dejes!!