En un nuevo intento de cambiar mis malos hábitos, salto de la cama en una mañana cargada de pretensiones, dejo todo lo negativo atrás y me dirijo al recoveco donde la esperanza aun duerme plácida en el regazo de la incertidumbre.
Ya en el metro, analizo la inventada desdicha que imagino en los demás pasajeros, mientras, la música que escucho edulcora mis oidos y ese rato de existencia.
Completando un ciclo cientos de veces repetido y mecánico, un pie escapa del otro, y este ultimo alcanza al primero, yo mientras me fio y me dejo llevar y los sigo, son mis pasos, despues de todo.
Se vé que al redactor encorbatado y con traje no advirtió que suele ser fundamental adjuntar en la hoja informativa los requisitos mínimos para almenos tener la opción de optar a un suculento piso de 44m2 por 90 mil euros.
Tras la cola de hora y media de pie en la calle y la negativa posterior del administrativo ante mi solicitud, retrocedo sobre mis pasos desbaratandome en cada zancada como un niño con la enfermedad de los huesos de cristal.
Me reduzco, me hago pequeño y me siento vulnerable a una sociedad reglada y estructurada solo para unos pocos y con unos roles claramente establecidos: El que tiene, tendrá más y el que no, seguirá chapoteando en el oceano de la diafanidad con la intención de sobrevivir para postergar un rato su desasosiego.
Hoy solo pienso en mudarme a mis sueños, allí mi felicidad no depende de trámites.
Hace una semana me encontré con esto al pasar cerca del balcón y me apresuré a fotografiarlo.Mi ordenador queda justo enfrente de esta vista.
A veces me diluyo, y doy la espalda a cosas que no lo merecen.
Hoy no entiendo como el mundo se estableció a ser comenzado a diario por la mañana; me pesan los ojos y los defectos, me cansan los certificados y los trámites burocráticos legales por escrito.
Me hiere que la combustión de mi tiempo algunos años atras se haya materializado en ascuas condenadas a ser cenizas.
Vive en mi la melancolía del tiempo que dispuse y sobreseí, es la huella que, quejumbrosa, me pide una justificacion de peso.
Sigo levantando el vuelo, no sé si es un mérito o una excusa refléja.
Hoy escribo desde el hangar, donde reparan mi viejo motor y me capacitan para hacer vuelos transatlánticos manteniendo la altura constante, a muchos pies del suelo, pero con un par sobre él.
Por sugerencia ajena y diversos motivos yo lo llamo asi, pincitas, suena cursi cuando se trata de un escorpión en muchas ocasiones mortal.
Su nombre científico es "androctonus bicolor bicolor" y vive por el norte de África (Marruecos, Argelia, Egipto, Israel ,Tunez, Libia, El Libano,etc) éste en concreto es de Egipto.
Le tengo cariño aunque este todo el día chinchándole o jugando con él, según se mire.
Vive conmigo desde el 15 de Noviembre, cuando tiene hambre, le basta con un grillo o un par de Tenébrios (gusanos) e intenta siempre darme poco trabajo y pasar desapercibido.Si no tuviera tanta mala leche le traeria una novia, pero esta en juego quedarme sin él si se pelean o sin los dos, quien sabe, según como acabara la batalla.
Aprovecho la ocasión para hacer un llamamiento general a todos los que me conoceis y ya me lo habeis preguntado, por favor ,llamadme raro que no me enfado, etiquetarme que será más cómodo por ambas partes y tambien pido no más: "pero a ti te gustan esos bichos?que asco" , "¿pero a ti porqué te gustan esos bichos?" , "¿pero estas loco, te va a matar?"
Matar, matan tantas cosas....y sucede que a mi él me da vida.
Sigue frente a mi explicándome el present perfect, que entretanto haré recuento de tus palabras ininteligibles mientras miro con melancolía a Chile en el mapa mundi de mi izquierda, pero no me culpes, las cosas que anhelo las elige mi incosciente.
¿Nos escapamos a Valparaíso?
Hace tiempo supe de la poca importancia de los envoltorios.
Soy creyente del valor del transcurso de un camino (esencial) y de su final,(esto me ha recordado a Ulises e Ítaca).
He tenido muchos envoltorios a lo largo de mi vida, como todos, cada cual tiene su encanto, los viejos zapatos me recuerdan a las fotografias, cuando los miro soy capaz de regresar a los sitios que pisé, situaciones, encontronazos y hasta puedo saber el estado de ánimo con el que viví cada época con cada uno de ellos.
Como los libros de mi estantería, como lo que fui,como mis discos, tambien ellos son un trozo de mi, alguno aun guarda vestigios del último sábado en el empeine, otros me recuerdan mis citas habituales con el atletismo,rozaduras en el meñique, escapadas a cualquier ciudad con la mochila al hombro y el alma en vilo,pero todos me acercaron a donde quise y han sido participes de (post salgo a la calle).
"lo importante no son mis pies,sino mis pasos" (Payo Malo)
Detrás de Cada piel , se esconden inefables abrazos, , los que estrechamos, los que no damos , los que decimos , los que nos mantienen en escucha , abrigos, en suma. Este no fue de carácter táctil.
Abrí la puerta , él acababa de cerrar la suya y esperaba al ascensor.Por azar habiamos coincidido en la hora de la salida , yo necesitaba hablar, pero no me habia planteado con quien, decidí acompañarle un rato y al poco me vi caminando con él y sentí como si me hubieran regalado un arquitecto para levantar un robusto andamiaje para apuntalar mis ruinas.
Yo defino la melancolía como un hábito congénito de mi psique.
Él me argumenta que le encantaría tener el suficiente tiempo libre como para al menos, permitirse ese tipo de lujos de gasto de tiempo y energía mental.
Puede que aveces me abrume la vida, en trabajo, en intensidad y que me es dificil mantener este ritmo continuo, cercano al umbral anaeróbico , siempre he sido de tramos cortos y tortuosos.
Ayer el me ayudó a llegar a la meta.
Me abrazó con palabras en el rellano.
Estreno el año con la pereza de sentirme propietario de mi vida una vez más.De ser responsable de un individuo que depende de mis decisiones.
Qué agobio pensar que tantas veces caeré , iré, vendré , sufriré , pero con sonrisa al saber que cada vez me alejo más de aquel que nació y me cobijo en esta figura nueva , en constante metamorfosis que se aproxima más a la que será la siguiente , que a su vez se acercará más a lo que yo quiero , a lo que pretendo de mi , a lo que mi incosciente busca.Que vértigo! , Si porque todo esto acarrea un manto de imprevistos en mi camino.
Me cocinare a fuego lento y sin tapa , para que se evapore todo lo que adquirí que no me guste, que no sea mio , que quede solo un caldo reducido , ligado con la materia nueva que me proporcionará otro proceso , otra metamorfosis , que será la antesala de otras tantas más.
Nuevo año , nuevo escollo y es que :
" para vivir un año es necesario morirse muchas veces mucho"(Angel Gonzalez)